¿Alguna vez te has preguntado que tipo de cable puedes utilizar a la hora de hacer una instalación de cableado estructurado o qué cable es el adecuado para colocar una cámara de vigilancia en tu casa?
Lo más común es encontrarte con cables sólidos y cables CCA, pero ¿y cuál elijo?
El término CCA (Copper Clad Aluminium) indica que la composición del conductor es 70% aluminio con un revestimiento superficial de 30% de cobre (Figura 1), esto hace que el CCA sea más económico a diferencia del cobre sólido. Estas características, no siempre son perceptibles por el instalador o el usuario final.
Si bien los cables CCA son más ligeros, menos costosos, no son susceptibles al robo, son fáciles de instalar debido a su flexibilidad y maleabilidad, también tiene muchas desventajas. Al ser un mal conductor de señal eléctrica, el cable tiende a calentarse lo que ocasiona menor desempeño a la hora de alcanzar las distancias requeridas (100 metros), tampoco son recomendados para alimentación PoE, no cumplen con las normativas internacionales como ANSI/TIA e ISO para los cables CAT6, CAT5 o 5e y por lo tanto no son certificables.
El cable de cobre sólido se recomienda para tiradas largas ya que es un excelente conductor eléctrico que, si bien es propenso a oxidarse, éste no sufre corrosión galvánica. Es un cable 30% más pesado y costoso, pero esto se compensa con el gran desempeño a la hora de la transmisión de señales tanto eléctricas como de datos.
Los conductores CCA no cumplen con los requisitos para garantizar la conformidad y el rendimiento con los estándares, sin embargo, en aplicaciones que no están relacionados con la transmisión de datos son aceptables.
En conclusión, se cree erróneamente que los conductores de cobre y los CCA tienen propiedades eléctricas equivalentes y muchas veces, estos últimos se utilizan para ahorrar costos a la hora de la instalación, pero es aquí cuando tienes que equilibrar el famoso costo-beneficio y como siempre pensar en un cableado que a la larga no te ocasione problemas.