A lo largo del tiempo se identificó que, dentro de los trabajos en la industria, una de las partes que más sufrían daños por accidentes eran los pies y las manos.
De ahí que se crearan las botas industriales brindando seguridad, protección y resguardo a los pies de factores externos que puedan dañar el bienestar del usuario, tanta es la importancia de este calzado que está considerado dentro del Equipo de Protección Personal (EPP).
Protección contra accidentes
Si bien, hay botas para todo tipo de industria y con características específicas conforme a la marca y modelo del calzado, algunas de las características que deben cumplir este tipo de calzado y que debes tomar en cuanta antes de adquirir algunas, es que deben ser cómodas para que el trabajador pueda realizar trabajos durante varias horas sin dificultades, deben contar con una plantilla que sea ergonómica para adaptarse a la forma del pie y que permita la absorción de la sudoración y en ocasiones también que sea anti perforante para evitar la penetración de objetos y la suela debe tener dibujos y canales resistentes a la abrasión y para evitar resbalones.
En pocas palabras, las botas deben ser capaces de evitar quemaduras, irritación en la piel, resbalones, huesos rotos e incluso descargas eléctricas.
A parte de todo lo anterior, este tipo de zapato de seguridad puede ser con casquillo en la punta, que básicamente se refiere a contar con una protección contra golpes de alto impacto. El casquillo puede ser de acero o dieléctrico (poliamida o policarbonato), mientras que las botas sin puntera o casquillo solo cuentan con una tela que es muy resistente pero no tanto para recibir golpes fuertes.
Conforme a la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, la NOM acerca del calzado industrial es la NOM-113-STPS-2009 en la que se clasifican 7 tipos de zapatos de protección:
1. Calzado ocupacional (O)– Es el indicado para protección de riesgos menores como laceraciones, cortaduras, golpes contra objetos.
2. Bota con puntera o casquillo (PP) – Protege contra impacto o compresión en los dedos de los pies.
3. Protección dieléctrica (D) – Contra choques eléctricos, donde hay riesgos de impacto y compresión y cargas eléctricas.
4. Seguridad metatarsal (PM) – Protege contra impactos directos al metatarso o empeine.
5. Protección conductiva (C) – Disipa la electricidad estática del cuerpo al piso.
6. Resistente a penetración (RP) – Protege la planta del pie contra objetos punzocortantes.
7. Calzado antiestático (A) – Reduce la acumulación estática para mayor protección contra un posible choque eléctrico.